Warmi Sosa primero presentó “Juan Alfonso Carrizo, el coleccionista de versos” intervención en la que además de contar vida y parte de la gran obra del erudito catamarqueño, desafió a los presentes a completar -con sentido y siguiendo la regla de las rimas- coplas con aires picarescos. El público, compuesto por personas de distintas ciudades del país y hasta extranjeros, recibió con entusiasmo la propuesta y participó animándose a leer las coplas seleccionadas de los históricos cancioneros de Carrizo y completándolas a puro ingenio.

En su intervención, Sosa aludió al proceso de sincretismo ocurrido en el territorio de Catamarca y en todo el Noroeste Argentino que diera como resultado la fusión de la musicalidad de los pueblos originarios, la caja vidalera y la cuarteta octosilábica o copla española heredada de una España que, junto con la conquista, trajo también la poesía del siglo de oro.

A su turno, Roxana Quinteros presentó un cuadro argumental de malambo, personificando a Eulalia Ares de Vildoza, la catamarqueña que pasó a la historia como protagonista de la denominada “revolución de las mujeres”

La jornada del sábado en la feria cerró en el stand de Catamarca con la llegada de Margarita Palacios -personificada por Warmi Sosa- quien de inmediato asumió su famosa condición de anfitriona -como solía hacerlo en `la embajada’ la casa en la que recibía a todos en Buenos Aires- e invitó a los visitantes a adentrarse en el stand para conocer los libros de autores catamarqueños y, de paso, conocer su historia.

Personificada como la gran cantora de los Valles Calchaquíes, Warmi Sosa contó la historia de Margarita, su infancia en Santa María, los inicios de su vida artística en el circo de su padre, e interpretó un monólogo que la artista grabó en uno de sus libros. La despedida fue con música y alegría, entonando todos “Recuerdo de mis valles” la cueca festiva de la compositora catamarqueña.

Más temprano había realizado la presentación de su libro “Aventura 92. Diario a bordo” Mirta Liliana Reales.