Independiente volvió a ser Independiente desde la llegada de Carlos Tevez como entrenador. Porque el ídolo de Boca se hizo cargo de un equipo que estaba en el fondo de la tabla y que solo transmitía falencias y temores y lo convirtió en protagonista de la Copa de la Liga, además de lograr el triunfo en el clásico contra Racing que le terminó de dar impulso a su incipiente ciclo. Ahora, con la goleada por 3-0 contra Barracas Central en Avellaneda este miércoles, el Rojo quedó como líder de la Zona A, con un partido más que River que juega este jueves frente a Colón en Santa Fe, y dejó una imagen que ilusiona a los hinchas, ya que el nivel inidividual y colectivo está cada vez más cerca del paladar futbolístico histórico del club.

Con goles de Matías Giménez y Lucas González en el primer tiempo y de Brian Martínez en el segundo, Independiente borró de la cancha al Guapo, que no generó ninguna situación como para exigir al arquero Rodrigo Rey y en el últmo tramo de los 90′ se vio tan superado que solamente zafó de perder por una diferencia mayor por la falta de puntería de Alexis Canelo.

El liderazgo de Tevez fue otra vez fundamental, porque el entrenador de Independiente había sufrido un accidente casero por la mañana que le provocó un terrible golpe en la cabeza y una herida en la que debieron aplicarle diez puntos de sutura. Incluso, los médicos, los dirigentes del club y los miembros de su cuerpo técnico le pidieron que se quedara en su casa a descansar y a recuperarse de los dolores. Sin embargo, el Apache, que siempre pregona el esfuerzo como valor principal del equipo, volvió a dar un ejemplo que evidentemente contagió a los jugadores.

Los últimos resultados del Rojo lo sacaron de la lucha por la permanencia en Primera y lo ubicaron en la pelea por el título de la Copa de la Liga, ya que se encamina a terminar la primera fase del torneo entre los primeros cuatro equipos de la Zona A y avanzar a los cuartos de final. Por eso, los hinchas del Rojo vivieron una fiesta, ovacionaron a varios futbolistas (Mancuello, sobre todo) y cada vez adoran más a Tevez, quien les devolvió la alegría y la esperanza.