Luego de que el domingo se celebren los 40 años de Clics Modernos, el segundo álbum solista de Charly García, la música argentina vivió en la jornada de ayer uno de sus capítulos más emocionantes.

Ante la presencia de fanáticos, artistas argentinos y políticos, la ciudad de Nueva York homenajeó al cantante en la intersección de Walker Street y Cortlandt Alley, donde el compositor se sacó la foto que protagonizó la tapa del disco.

De esta manera, desde el lunes 6 de noviembre la región neoyorquina y el barrio de Tribeca tienen bajo su cuidado la «Charly García Corner«, la histórica esquina que de ahora en adelante será mundialmente conocida con el nombre del compositor.

Además de la modificación, la zona fue marcada con una señalización y una placa de bronce que se colocó en la misma pared donde Carlos Alberto García se fotografío para realizar el arte del proyecto.

La ceremonia no solo fue disfrutada por los seguidores más fieles del músico, sino que también estuvieron el embajador de la Argentina en los Estados Unidos, Jorge Argüello, el cónsul Santiago Villalba y el autor creativo de la idea, Mariano Cabrera.

Por supuesto, no faltó la participación de algunos artistas que compartieron con García parte de su carrera. Hilda Lizarazu, Fabián «Zorrito» Vön Quintiero, Fernando Samalea, Alfi Martins, Kiuge Hayashida y Toño Silva asistieron al evento y tocaron algunos de los hits más importantes del álbum.

¿Qué dijo Charly García sobre el homenaje?

Josi García Moreno, hermana del cantante, estuvo presente en el homenaje y agradeció por la realización del mismo: «Me había escrito unas cosas para decir pero ya todos hablaron y dijeron lo que es Charly para todos nosotros, han citado sus canciones, han citado su poesía, su importancia, cómo nos cambió la vida a muchos, yo solo quiero decir que nos está mirando, que le mandamos un enorme abrazo, que esto es un honor. Gracias, gracias, gracias. Para los que amamos su música y los que lo amamos a él, esto es una fiesta. Muchas gracias a todos»

Si bien su familiar más directa se acercó a Nueva York en representación suya, el músico no quiso perder la oportunidad de valorar el tributo y realizó una carta que envió al Cónsul Argentino de la ciudad estadounidense: «Me siento honrado por la invitación y por que me hayan elegido para que una esquina lleve mi nombre», redactó.

Y añadió: «No conozco muchos artistas de fama mundial a las que les haya sucedido esto nada menos que en una ciudad como New York, una metrópoli tan importante para mí y donde solo ahí se podía lograr el sonido de Clics Modernos».

Muy fiel a su estilo, García se despidió con una frase que quedará guardada en la memoria de sus fanáticos: «Estoy feliz. Emocionado. No veo las horas de decirle a un taxista: ‘déjeme acá, en Walker St… y YO’. Muchísimas gracias a todos los que lograron esto».

Clics Modernos, un clásico de la música

Con sus grandes letras y su innovadora producción, el disco está catalogado como una obra fundamental en el rock nacional. Además de ser pionero en la materia y un adelantado a la época, el proyecto abarca temas que interpelaban a la población argentina durante las décadas del 70 y 80, especialmente la dictadura militar.

El álbum no solo fue un éxito cuando salió, sino que superó la barrera del tiempo y se convirtió en una obra fundamental de la música latinoamericana. En el año 2003, la revista estadounidense Al borde nombró a Clics Modernos como el tercer mejor disco en la historia del rock iberoamericano.

Asimismo, la revista Rolling Stone siempre mostró amor para con el proyecto. En el 2013, la versión argentina posicionó al trabajo de Charly como el segundo Mejor Álbum del Rock Argentino, mientras que este año en Estados Unidos lo ubicaron como el séptimo Mejor Álbum de Rock Latinoamericano.

Si bien la idea, el concepto, la inspiración y las letras son de García, participaron algunos músicos de renombre que le dieron su toque a la producción. Pedro Aznar tocó el bajo y la guitarra en el clásico «Nos siguen pegando abajo», Larry Carlton, un reconocido guitarrista norteamericano que trabajó con Michael Jackson, demostró sus cualidades en «No soy un extraño» y «Los dinosaurios», y Joe Blaney, un famoso ingeniero y mezclador de sonido conocido por colaborar con Prince y The Clash, supervisó el disco.