RELIGION
7 de agosto de 2024
Se celebra el Día de San Cayetano, el santo del trabajo
Todos los 7 de agosto se le rinde tributo al presbítero. En Latinoamérica y en Argentina, principalmente, se realizan misas, procesiones y actividades en su honor.
Trabajo, economía y provisión del sustento diario, son los pedidos de los fieles a San Cayetano, considerado un intercesor por la iglesia católica. Miles de peregrinos realizaron vigilia en diversas iglesias con peticiones y agradecimientos.
En nuestro país, el Santuario de San Cayetano —ubicado en la calle Cuzco 150, en el barrio de Liniers, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)— abre sus puertas para celebrar este día y rendir honor a este santo.
La fecha recuerda al defensor de los pobres y enfermos, quien fue beatificado en por el papa Urbano VIII y en 1671 canonizado por Clemente X. Durante esta jornada, miles de fieles en todo el mundo rezan para pedirle asistencia e intervención para su vida profesional y abundancia económica.
La historia del Santo
Cayetano de Thiene nació el 1° de octubre de 1480 en Vicenza, Italia. Estudió Derecho en la Universidad de Padua y a sus 26 años se mudó a Roma para comenzar su carrera en la religión. Es así que ocupó el cargo de secretario privado del papa Julio II. Tras el fallecimiento del Sumo Pontífice decidió convertirse en sacerdote y fue instruido como tal en 1516.
Como presbítero, fundó la sociedad Oratorio del Amor Divino y la Orden de Clérigos Regulares Teatinos, una organización religiosa creada con el fin de promover ciertas prácticas del catolicismo como la oración, la vida relajada y santa, que se caracterizaba por costumbres austeras. Una de sus principales premisas era la de renunciar a sus bienes individuales. A pesar de ser de una familia bien posicionada económicamente, donó todo su dinero y se mantuvo alejado de las limosnas.
Es recordado por sus esfuerzos por asistir a las personas pobres y a los enfermos en todos los viajes que emprendía y ciertas asociaciones que creaba con este fin, como Montes de Piedad. Durante la Reforma Protestante, revolución que se oponía a la Iglesia Católica, declaró: “Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a sí mismo”.
Falleció el 7 de agosto de 1547 a sus 66 años, luego de padecer una enfermedad. A pesar de encontrarse en este estado, se negó a descansar sobre un colchón. Su imagen bondadosa y desinteresada fue recordada por muchos y al poco tiempo se experimentaron diferentes milagros por medio de su intercesión. El 8 de octubre de 1629 fue beatificado por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X.