En mayo de 2018, el entonces presidente de Argentina Mauricio Macri compartió una publicación en su cuenta de Twitter para agradecer el “apoyo y muestras de afecto” por parte de Donald Trump hacia la República. Eso demostraba la máxima sintonía que existía entre los dos mandatarios, que consideraban clave mantener una buena relación con el otro, especialmente para nuestro país, que consiguió reactivar las exportaciones de limones a los Estados Unidos.

Pero con la llegada de Alberto Fernández a la jefatura del Estado, esta relación pasó a ser más bien cordial. Ahora, está por ver cómo la victoria de Joe Biden puede cambiar de nuevo las relaciones internacionales entre ambas naciones. La recién investidura de Biden podría tener un impacto positivo para la economía argentina. Podría beneficiarse especialmente el mercado de las exportaciones, la negociación con el FMI e incluso animaría a invertir en sectores como el de la energía.

Además de afrontar temas tan delicados como la pandemia, el cambio climático, la discriminación racial o la economía, el nuevo presidente de los Estados Unidos tiene por delante un gran reto: saber gestionar las relaciones políticas y económicas con otros países. Lógicamente, las miradas están puestas en la batalla comercial con la China, pero el cambio político que ha llegado este año en el país norteamericano podría tener un impacto en América Latina, y más concretamente en Argentina.

Biden ya ha anunciado un paquete de medidas que significará 1,9 billones de dólares. La cara negativa es que la moneda podría sufrir un debilitamiento. Cabe recordar que el dólar es la divisa en la que se cotiza el mercado de las materias primas y Argentina podría también sufrir las consecuencias al subir los precios de las mercancías de este tipo. Eso se vería, por ejemplo, en el coste de las exportaciones que hace la República, que ya ha subido más del 50%.

Precisamente el comercio exterior tendrá un papel protagonista en los próximos meses. Según la consultora Abeceb, Estados Unidos está en el tercer puesto de socios comerciales de Argentina, y eso parece que no cambiará con Biden. En declaraciones a La Nación, el experto Marcelo Elizondo aseguró que nuestro país seguirá teniéndolo un poco difícil para importar productos como el biodiésel en Estados Unidos, aunque los combustibles seguirán liderando las exportaciones.

Al principio, mencionábamos el posible impacto que la recién estrenada presidencia de Biden podría tener en el futuro de las inversiones en la República. Cabe recordar que el país norteamericano es el principal inversor exterior para Argentina y que esa inversión se contabiliza en casi 17.000 millones de dólares, lo que significa un 22,7% de la inversión extranjera directa. Parece que en los años siguientes podría aumentar las inversiones en empresas de energías renovables locales.

También se cree que la relación de Alberto Fernández con el gobierno estadounidense seguirá siendo cordial como hasta ahora, y es poco probable que vaya mucho más allá que con Trump. Pero eso no necesariamente tiene que ser negativo, ya que, de la misma forma que no encontrará demasiados apoyos, tampoco encontrará oposición, como ya pasó con la negociación con el Fondo Monetario Internacional y el ex presidente.

Está por ver también de qué forma llegará a capitalizar Biden el Banco Interamericano de Desarrollo, y si finalmente la ayuda a la región se producirá de forma bilateral. En cualquier caso, está claro que la llegada del presidente demócrata a la Casa Blanca no dejará indiferente a nadie. Los que más van a notar sus acciones serán, en un principio, los ciudadanos estadounidenses, pero la economía argentina lo notará de alguna forma u otra.