TECNOLOGÍA
22 de julio de 2024
TeraNet, en la antesala de comunicaciones espaciales con mil veces más ancho de banda
TeraNet, una red de estaciones terrestres ópticas especializada en comunicaciones espaciales de alta velocidad, ha recibido con éxito señales láser de un satélite alemán en órbita terrestre baja. Este avance allana el camino hacia el objetivo de multiplicar por mil el ancho de banda de las comunicaciones entre la Tierra y vehículos situados en el espacio.
TeraNet está gestionada por la Universidad del Oeste de Australia (UWA).
Concretamente, el equipo de TeraNet, dirigido por Sascha Schediwy del nodo de la UWA en el Centro Internacional de Investigación en Radioastronomía (ICRAR), recibió señales láser de OSIRISv1, un dispositivo de comunicación láser del Instituto de Comunicaciones y Navegación del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). OSIRISv1 está instalado en el satélite Flying Laptop, de la Universidad de Stuttgart en Alemania.
Las señales se detectaron utilizando dos de las estaciones ópticas terrestres de TeraNet durante los sobrevuelos del satélite por la zona.
“Esta demostración es el primer paso fundamental para establecer una red de comunicaciones espaciales de nueva generación en toda Australia occidental. Los siguientes pasos incluyen la unión de esta red a otras estaciones ópticas terrestres que se están preparando actualmente en Australia y en otras partes del mundo”, explica Schediwy.
Las estaciones terrestres de TeraNet utilizan láseres, en vez de las tradicionales señales de radio, para transferir datos entre los satélites en el espacio y los usuarios en la Tierra. Los láseres pueden transferir datos a miles de gigabits por segundo, porque operan a frecuencias mucho más altas que las frecuencias de las ondas de radio, de modo que es posible empaquetar muchos más datos en cada segundo de transmisión.
La tecnología de telecomunicaciones espaciales a base de ondas de radio se utiliza para la comunicación entre la Tierra y los vehículos espaciales desde el lanzamiento del primer satélite de la historia, el Sputnik 1, hace casi 70 años, y la tecnología ha permanecido relativamente inalterada desde entonces. Con el aumento de la cantidad de satélites en el espacio y el progreso tecnológico que dota a cada nuevo satélite de una capacidad de generar datos mayor que la de sus predecesores, se ha producido un cuello de botella en la transmisión de datos a la Tierra.
La comunicación por rayo láser es perfecta para resolver este problema, pero el inconveniente es que las señales láser pueden verse interrumpidas por las nubes y la lluvia. El equipo de TeraNet está mitigando este inconveniente estableciendo una red de tres estaciones terrestres repartidas por Australia Occidental. De este modo, si una estación terrestre no puede funcionar por estar bajo un cielo nublado, el satélite puede descargar sus datos a otra que tenga encima un cielo despejado. (Fuente: NCYT de Amazings)