El gremio sostuvo nuevamente su histórica exigencia de establecer un sueldo básico de $1.200.000 para el maestro de grado que recién se inicia, como cargo testigo, alineando así el salario con la línea de la pobreza. Esta postura no fue acompañada por una propuesta concreta por parte del Ejecutivo, lo que motivó el rechazo generalizado de los gremios participantes. SUTECA también reiteró su pedido de derogación del incentivo docente, al considerar que este coacciona el derecho a huelga. La alternativa planteada es que ese monto sea trasladado al básico o que se cree un incentivo provincial, como ocurría con el extinto FONID. Además del reclamo salarial, el sindicato elevó una serie de denuncias respecto a la confección defectuosa de los listados de orden de mérito, especialmente en el interior provincial. Señalan que la Junta de Clasificación opera con mandatos vencidos y sin la debida normalización a través de elecciones democráticas, lo que consideran una grave irregularidad. Entre los puntos críticos también se encuentran los retrasos en los pagos y nombramientos docentes, así como la falta de condiciones dignas de trabajo, lo que ha derivado en que muchos alumnos, sobre todo del interior, sigan sin clases. Desde SUTECA apuntaron contra otros gremios como SICA, ATECA y SADOP, al denunciar una supuesta connivencia con el Gobierno y una actitud pasiva en las negociaciones. También manifestaron preocupación por la situación del sector de autoconvocados, que, según expresaron, replican el pliego de demandas original de SUTECA pero con un planteo salarial que consideran erróneo: “Pedir ahora el 50% no alcanza los $800.000, hay que ser claros sobre la base desde la que se exige”. La próxima reunión paritaria está programada para el martes 23 de julio, donde se espera que se definan las posturas de los distintos sindicatos. Mientras tanto, SUTECA reafirma su continuidad en la lucha gremial y su exigencia de un salario básico digno para todos los docentes catamarqueños.