Los restos de Díaz se velaron en la noche del martes en la sala Juan Caruso de la calle 27 de abril 1028. Después de la medianoche, la familia iba a trasladarlo hacia la provincia de Catamarca.
Demian Díaz había nacido en Catamarca, pero llegó a Córdoba a estudiar la carrera de periodismo con el sueño de trabajar en su gran amor, la radio.
“Estaba realizando la artística para la radio de Catamarca desde acá junto con Paul Guzmán, justo le ofrecieron hacerse cargo de radio Mega y él me hizo un espacio en la radio. Ese creo que fue el comienzo de todo, al menos de jugar en las grandes ligas”, le había dicho a este diario en una entrevista en 2015. Por entonces, les ponía el humor a las tardes de Rock&Pop en el programa No es lo que parece, con personajes irónicos y desopilantes.
“Hay que ser un poco esquizofrénico para darle a cada personaje una personalidad. Al principio hacés un diálogo de dos personajes, y de tanto en tanto se te confunden las voces, pero ese ejercicio de crear mostritos te lo da el laburo diario. No hay mejor escuela que el aire”, había dicho en aquella oportunidad.
En aquella oportunidad, confesaba que sentía su tarea cumplida cuando había gente que iba a la radio y se quedaba con los ojos abiertos “al buscar a los personajes de carne y hueso y darse cuenta de que una sola persona está detrás de todo eso”. “La magia está ahí”, resumía el locutor, que también trabajó en varios programas de televisión como locutor.
Una de sus últimas creaciones era Pai Lemon, un suerte de gurú de la buena vibra y la espiritualidad rápida, que siempre remataba con un “chiste pavo” su aparición.
“Demian era una persona de un corazón enorme, muy solidario y compañero. Y un profesional tremendo. Vivía para la radio, que era su gran pasión. Podía pasarse todo el día al frente del micrófono. El estudio era su hábitat natural. La radio de Córdoba lo va extrañar”, señaló un compañero de trabajo de la productora Ideas HD, donde trabajó durante los últimos años.
En el link de YouTube de Chingón hubo muchos mensajes de oyentes que lamentaban la pérdida.
“Qué gran pérdida en lo profesional, pero más aún, y sobre todo en lo humano, qué difícil se hace todo sin el querido Demian, Dios lo tenga en su gloria y les dé fortaleza a la familia y a todos sus amigos”; “¡¡No se puede creer, qué triste!! ¡Demian, no te olvidaremos nunca!”; “Mi más sentido pésame a la familia. No lo conocí personalmente, pero me encantaba escucharlo, es un día muy triste”; “¡¡Qué pena lo de Demian!! Lo escuchaba en el programa del sábado”, fueron algunos de los mensajes de despedida y de reconocimiento a su trabajo.