SALUD
20 de agosto de 2024
La Inteligencia Artificial redujo el avance del Parkinson
l desarrollo se logró mediante un implante cerebral. Las distintas experiencias lograron mejorías significativas y el procedimiento se podría trasladar a otras enfermedades.
La ciencia ha dado un paso importantísimo en el tratamiento del Mal de Parkinson: un implante cerebral, guiado por Inteligencia Artificial, podría proporcionar atención personalizada las 24 horas del día a las personas que padecen esta patología.
¿Cómo funciona? Cuando el dispositivo detecta una actividad problemática, interviene con pulsos de electricidad calibrados con precisión llamados estimulación cerebral profunda (DBS). El implante crea un “circuito cerrado” en el que los síntomas se reducen continuamente a medida que los pacientes de Parkinson continúan con sus vidas cotidianas.
Un ensayo clínico en etapa inicial en cuatro personas encontró que el implante redujo sus síntomas más molestos de Parkinson en un 50 %.
El efecto positivo ahora se buscará replicar en varios trastornos cerebrales. ”Vemos que tiene un impacto profundo en los pacientes, con potencial no solo en el Parkinson, sino probablemente también para afecciones psiquiátricas como la depresión y el trastorno obsesivo-compulsivo”, dijo Philip Starr, investigador de la Clínica de Trastornos del Movimiento y Neuromodulación de la Universidad de California, en San Francisco (UCSF). “Estamos en el comienzo de una nueva era de terapias de neuroestimulación”, redondeó.
Un mal que se puede domar
La enfermedad de Parkinson afecta a unos 10 millones de personas en todo el mundo y surge de la pérdida de neuronas productoras de dopamina en regiones profundas del cerebro, explicaron los investigadores en las notas de respaldo. La dopamina es una hormona que ayuda a coordinar el movimiento en el cuerpo.
A medida que los niveles de dopamina disminuyen, las personas comienzan a desarrollar problemas de movimiento como temblores, rigidez muscular y deterioro del equilibrio. También desarrollan otros síntomas como depresión e insomnio.
Durante los últimos años se dieron a conocer distintas terapias que logran reducir el avance de la enfermedad, como por ejemplo, el tratamiento con ultrasonido.