En algunas ocasiones, el destino tiene reservados momentos muy especiales para determinados individuos. Uno de ellos fue Jamie Heavens, un albañil de 22 años de la ciudad de Bournemouth, en Inglaterra, que se transformó en millonario.

Junto a su tío, Jamie iba camino al trabajo cuando su camioneta se quedó sin nafta. Luego de descartar una estación de servicio que no aceptaba tarjetas, recalaron en otra donde terminó presentándose un episodio sencillamente impactante.

Es que, mientras se cargaba el combustible, el protagonista de esta historia ingresó al shop para comprar algunas gaseosas. Así fue como eligió su bebida y se puso en la fila para pagar, pero se dio cuenta de que se había equivocado.

Como consecuencia de ello, Jamie regresó a las heladeras para cambiarlo. Allí fue cuando otro cliente se hizo con su lugar en la fila y terminó comprando el billete de lotería que Heavens tenía pensado adquirir. Un giro totalmente inesperado.

Sin embargo, este modesto albañil no se quedó de brazos cruzados y terminó comprando otro billete. Sí, el billete que terminó siendo el ganador de nada más ni nada menos que un millón de dólares. Un golpe de suerte totalmente espectacular.

«No lo creí al principio, pero raspé los números y decía que había ganado un millón de dólares. Creo que la única ve que me sentí así de asombrado fue cuando nació mi hijo», exteriorizó el propio Heavens en declaraciones brindadas a la BBC.

Con el dinero adquirido, Heavens se compró un vehículo, algunas propiedades y cubrió los gastos de su casamiento. «La gente piensa que soy acaudalado, que estoy lleno de efectivo y puedo ir a comprar lo que quiera todo el tiempo, pero no es así», completó.