El cuerpo sin vida de Hugo Ariel Ocampo (37), quien era intensamente buscado desde el lunes fue hallado ayer a la mañana dentro de un pozo -similar a un aljibe en desuso -, en la localidad de Antapoca, departamento Valle Viejo. 

Aproximadamente a las 10, un perro adiestrado para detección de restos humanos, marcó una casa en ruinas y a unos metros, un profunda fosa. 

Después, personal de la Dirección de Criminalística confirmó la peor hipótesis: había un cuerpo humano en descomposición en el fondo del pozo. Mientras esto sucedía, el personal policial interviniente convocó a los fiscales de instrucción en feria, Hugo Costilla y Yésica Miranda, quienes indicaron las medidas a cumplimentar. 

Previamente, los caminos de tierra de acceso a la zona, ubicada entre el Río del Valle y la avenida Circunvalación, fueron cerrados al público con fuerte presencia policial. 

En tanto, las instancias previas al hallazgo se iban difundiendo rápidamente a través de los medios digitales y las redes sociales. La esposa de Ocampo, amigos y otros familiares pudieron conocer que los fiscales habían llegado al lugar y se desplazaron hasta las inmediaciones, donde recibieron la trágica confirmación. 

La mujer entró en estado de shock por lo que debió ser asistida por el SAME, al tiempo que más personal policial y ocasionales transeúntes llegaban al lugar o detenían su marcha para preguntar qué había sucedido. 
De acuerdo a las pericias preliminares, Ocampo habría sido asesinado a golpes en el lugar para luego ser arrojado dentro del pozo, que terminó cubierto por ramas por él o los asesinos. 

En el fondo de la profunda cavidad había poca agua, y tras una serie de preparativos y relevamiento de pruebas, el cadáver fue extraído y trasladado a la Morgue Municipal para la realización de la autopsia que se llevó a cabo anoche.

Durante este proceso, otros grupos de efectivos policiales continuaron los rastrillajes por toda la zona, extendiéndose hasta el Río del Valle en busca de más elementos relacionados con el hecho de sangre, pero haciendo foco en la búsqueda de la motocicleta Motomel Blitz negra con la que ese lunes Ocampo salió de su casa. Al cierre de esta edición se conoció que no se habían hallado rastros del rodado, que podría haber sido arrojado al cauce del río o inclusive, en los grandes piletones ubicados en las inmediaciones, donde se procesan a cielo abierto los desechos cloacales de la Capital.
También, se busca el arma homicida.

Hipótesis
Fuentes consultadas por El Ancasti informaron que entre las hipótesis que evalúan los fiscales a cargo de la investigación, la más fuerte apunta a que Ocampo fue guiado al lugar donde finalmente fue ejecutado. 
Los sospechosos son Enzo Maciel Morales (32) y Cintia Soledad Bazán (28), quienes en las últimas horas pasaron a detenidos. Ambos tienen domicilio en la zona sur de la ciudad y habían sido arrestados el viernes.

Según la pesquisa, Ocampo salió de su casa el lunes a las 6. Dijo que iba a trabajar en uno de los habituales puestos en los que solía ser asignado por la empresa de seguridad en la que prestaba servicio. Esos puestos estaban ubicados en instalaciones de Aguas de Catamarca SAPEM, en la zona sur de la ciudad, donde inició la búsqueda y los rastrillajes. 

Pero ese lunes no tenía que ir a trabajar. Estaba de franco. Desde su círculo íntimo aseguraron que tenía relaciones paralelas y que ese fin de semana había intentado retomar una relación con una Bazán, quien había vuelto con su expareja. 
Presuntamente, Ocampo se contactó con la mujer. El lunes cuando salió de su casa había argumentado que iba a trabajar, pero habría recibido un llamado telefónico que duró aproximadamente 90 minutos, de una línea telefónica que él conocía. 

De acuerdo a la investigación, la víctima fue guiada con engaños hasta Antapoca donde fue asesinado.
Según trascendió, tras el hallazgo, la mujer habría manifestado que había participado sola en el homicidio.

EL ANCASTI