Hidratación y función cognitiva

Suele pasar desapercibido, pero uno de los riesgos de la deshidratación es su impacto en el rendimiento cognitivo. Una hidratación insuficiente, incluso leve, puede afectar al cerebro y causar daños en la capacidad de atención, memoria y tiempo de reacción de una persona.

Esto se debe a que la deshidratación puede causar una merma del flujo sanguíneo y, por ende, del suministro de oxígeno que llega al cerebro, afectando su capacidad para funcionar adecuadamente.

El agua, clave para prevenir la pérdida de la memoria

Beber agua es un hábito esencial que hacemos a diario y que ayuda al buen funcionamiento de nuestro organismo: previene problemas musculares, intoxicaciones, catabolismo proteico y protege las capacidades cognitivas, entre otras funciones.

Sobre esto último, un equipo de científicos de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira i Virgili (URV), el Institut d'Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y el Centre de Recerca Biomèdica Xarxa de Fisiopatologia de l'Obesitat i la Nutrició (CIBERobn) han estudiado cómo impacta el agua en el cerebro.

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista BMC Med, y se basó en una muestra de 2.000 adultos, de entre 55 y 75 años, durante 2 años de seguimiento.

Básicamente, los investigadores descubrieron la relación que existe entre el nivel de hidratación y el deterioro cognitivo. Es decir, según este estudio de la función cognitiva, estar bien hidratados es clave para prevenir la pérdida de la memoria en adultos mayores con sobrepeso u obesidad.

Hidratación y cerebro: ¿Qué relación existe?

Relación entre hidratación, sobrepeso y pérdida de memoria

Los resultados del estudio arrojaron que las personas con problemas de obesidad o de síndrome metabólico con un bajo nivel de hidratación, presentaron un deterioro de la función cognitiva con el paso del tiempo, en comparación con las que estaban bien hidratadas.

Los participantes que ingirieron entre 1 y 1,5 litros de agua potable (categoría más alta), obtuvieron un incremento de 0,17 puntos en las pruebas neuropsicológicas; respecto de aquellos que bebieron menos de medio litro de agua al día.

Al comparar el consumo total de líquidos, incluyendo otras bebidas y la que hay en los alimentos, la diferencia no ha sido significativa ya que los sujetos que bebieron más cantidad de líquidos totales consiguieron un aumento de sólo 0,12 puntos respecto a los participantes que ingirieron la menor cantidad de agua.

Mejores resultados en mujeres 

Este estudio analizó la ingesta de agua, el estado de hidratación y el rendimiento cognitivo durante varios años y aportó un particular detalle respecto a cómo impacta la deshidratación en la función cognitiva de los hombres y las mujeres.

En este caso, los investigadores observaron que especialmente los hombres fueron los más perjudicados con respecto a la pérdida cognitiva de las personas peor hidratadas.

A raíz de una prueba de sustitución de símbolos de dígitos que se les realizó, los científicos descubrieron que las mujeres con un buen nivel de hidratación tienen más desarrollada su capacidad de atención y rapidez de respuesta, en comparación con aquellas que no tenían una hidratación correcta. 

En suma, este estudio evidenció la relación existente entre el consumo de agua y la protección de la función cognitiva, previniendo la pérdida de la memoria, descubriendo mejores resultados en las mujeres en comparación con los hombres. 

Sin embargo, los investigadores destacan la necesidad de profundizar en la relación potencial en futuros estudios.